lunes, 17 de marzo de 2014


¿Qué son los medios masivos de comunicación y cómo interactúan con los procesos pedagógicos?

Son los distintos medios, canales artificiales de trasmisión de información, dirigidos a una gran cantidad de personas. Actualmente pertenecemos a la época denominada como la "era de la información", que viene de la mano de la revolución científica y tecnológica, que ha modernizado nuestra vida y, en consecuencia, a los medios de comunicación.

Los medios masivos de la comunicación tienen la función de ser un canal transmisor, los que facilitan la comunicación personal; éstos son canales entre el emisor y receptor y como medios de comunicación encontramos, de modo general: el teléfono corriente, el teléfono móvil o celular, las cartas, la radio; la televisión, el chat y lo asociado a entablar diálogo por internet, entre otros. Dentro de los catalogados como "masivos" se encuentran la televisión, la radio, la prensa escrita, el cine, el internet y el fax.

FUNCIONES DE LOS MEDIOS MASIVOS DE LA COMUNICACIÓN

Función informativa: Difunde las noticias y el conocimiento, sin embargo, se debe de corroborar la veracidad de la información, porque puede darse la manipulación.

Función cibernética: Actúan como un control social, pues son los que miden el gusto de la población, la moda, los espectáculos y creencias. Actúan como censores de las respuestas de los receptores.

Función formativa: Pueden llegar al público en la formación de valores, adquisición de cultura, de educación, pero también se puede hacer mal uso, fomentando la violencia, la morbosidad, la pornografía y otros antivalores morales.

Función recreativa: Proporcionan distracción y entretenimiento sano al público. Le permite un descanso físico y mental para continuar con sus actividades cotidianas.





¿Cuál es la relación que esperamos exista entre la escuela y los medios de comunicación?
La relación entre la escuela y los medios siempre fue compleja. Desde el inicio las posturas condenatorias (que Umberto Eco llamó apocalípticas) y las idealizadoras (llamadas también integradas), eran las únicas posibilidades para pensar los vínculos de la escuela con los medios de comunicación.
Mientras los apocalípticos hablaban exclusivamente de los efectos nocivos de los medios de comunicación, los integrados hablaban de la oportunidad que dan los medios para democratizar el acceso a la cultura. Ambas posiciones fueron superadas con el tiempo, quizás porque ninguna define la complejidad del vínculo con claridad y que ambas parten de la valoración hacia los medios (antes que de su conocimiento e investigación).
Niños y jóvenes -aunque ciertamente no son receptores pasivos- aprenden de los medios pautas culturales, formas de vida, comportamientos, acciones, maneras de relacionarse con los otros y modos de conocer el mundo. Los programas de televisión, las emisiones radiales, los filmes, los informes en los diarios, las páginas en Internet, construyen la identidad de grupos sociales, y dan visiones de hechos, que aunque se presentan como únicas y naturales, son sólo una entre las múltiples maneras de ver la realidad. Hay tantas visiones de la realidad como los medios que las construyen.
Esto hace que los alumnos ingresen a la escuela con un caudal de informaciones, saberes y aprendizajes, que aunque fragmentados y mosaicos, forman parte de su caudal cultural.
El desafío para la escuela hoy es incorporar estas informaciones con la que niños y jóvenes llegan al aula, para transformarla en conocimiento, contextualizada y resignificada: transformar la información en conocimiento.
Enseñar a problematizar los significados, interrogar las certezas, fortalecer el capital cultural de los alumnos, reflexionar sobre las consecuencias de la mirada sobre los “otros” y “nosotros”, desafiar los mensajes, son los ejes de una educación que toma a los medios como objeto de estudio.
PASOS
El primer paso es partir del placer que nos produce mirar un filme, escuchar un programa de radio o leer una nota editorial en el periódico, para luego poder reflexionar sobre estas emociones que nos producen los mensajes. Esto significa explorar y analizar la manera en que los medios construyen sus significados, identificar los códigos y convenciones que utilizan para representar la realidad y preguntarnos por las intenciones del emisor que las produjo.
Se trata de ir más allá de la idea de “transparencia” que nos proponen los medios (ya que los medios no son neutros) y desafiar los significados y sentidos que asignan a los hechos. Preguntarnos sobre el qué se dice en el mensaje y qué no se dice, quién lo transmite, de qué manera, con qué objetivos e intenciones y a partir de qué recursos, permite analizar críticamente el funcionamiento de los medios masivos de comunicación.
El segundo paso es el de la emoción, asumir el plano humano de ese “otro” que está representado y hacerlo propio, para llegar al tercer eje, que adquiere un rol fundamental, poner en marcha “la acción”: pensar en el hacer, desde el lugar que cada uno ocupa.
Estos son pasos claves para pensar el trabajo pedagógico con relación a los medios. Las siguientes herramientas útiles para orientar el trabajo de los docentes con los alumnos, con el fin de conocer los medios de comunicación.